Miniguía para estudiar mates

Cómo trabajar en matemáticas.

■  Sobre todo, trata de entender
¿Cómo se hace para tratar de entender? Aquí tienes un refrán que te recuerda la fórmula: oigo y olvido; veo y recuerdo; hago y entiendo.
Saber matemáticas es saber hacer cosas con lo que vas aprendiendo
Por eso cuando estudias matemáticas, debes tener constantemente tu bolígrafo en acción. Repite ejemplos, haz los ejercicios que te propongan, invéntate otros.
Los diferentes objetos matemáticos son  herramientas para hacer algo con ellos.
Entérate bien de para qué sirven y de cómo se manejan. Observa como los utiliza el profesor, tus compañeros, para hacer tú igual. No permitas que otros los usen delante de ti mientras tú te limitas a mirar pasivamente.
La pregunta es el anzuelo para pescar en el mar de las ideas.
Pregunta. Quien pregunta aprende. Pregunta cuanto antes aquello que no entiendas bien. Al profesor, a tus compañeros. Lo que te parezca entender, coméntalo para asegurarte de que lo entiendes bien.
Para qué la memoria en matemáticas. No trates de memorizar nada antes de haberlo entendido bien a fondo ni antes de haber experimentado un buen rato con ello. Observa con atención los diferentes pasos por los que procedes. Esto es lo más interesante que has de tratar que quede en tu memoria.
Activa frecuentemente lo que has aprendido
No dejes que las cosas se te oxiden por no usarlas. Cada semana trata hacer ejercicios, problemas que tengan que ver con las cosas que esa semana has aprendido. Cada mes trata de activar las cosas que has aprendido a lo largo del mes. No hace falta que esperes a que vengan las evaluaciones.
Memoriza lo que es de uso constante
Te vendrá bien aprender de memoria alguna que otra fórmula sencilla y de uso constante, pero nunca trates de retener fórmulas complicadas en la cabeza. Te equivocarás con frecuencia. Más te vale tratar de retener las ideas del proceso por el que se llega a ellas.

Cómo usar el libro de texto.
El trabajo con un texto de matemáticas se hace más fácil procediendo en espiral. Dale a la lección o tema una primera pasada. Muchas cosas son fáciles. Otras quedan oscuras. A la siguiente pasada verás que algunas de las oscuras te resultarán más claras.
Activa lo que ya sabes relacionado con el tema
Tu actividad propia con tu lápiz constantemente en acción, debe comenzar comprobando cómo, efectivamente, con lo que ya sabes puedes ir realizando las actividades que, antes de adentrarte en el tema, se te proponen.
Haz tú mismos ejemplos y ejercicios aclaratorios
Trabajando cada tema debes asegurarte de que entiendes las ideas que se exponen., de que te resulta claro cómo los ejemplos corresponden a esas ideas y de que tú mismo eres capaz de desarrollar por tu cuenta esos ejemplos. Cuando se han expuesto unas cuantas ideas importantes, se te proponen ejercicios para que tú mismo, ahora sin guía tan cercana, los resuelvas.
Cuando los ejercicios te resultan difíciles
Si no consigues resolver bien los ejercicios, vuelve a leer pausadamente lo que precede del tema. Es posible que algo se te haya pasado por alto. En una primera pasada trata de hacer algunos de los ejercicios más sencillos y más adelante, en vueltas sucesivas, harás el resto.
■ Evalúa tu trabajo
Al final de cada tema encontrarás unos ejercicios de evaluación que te servirán para comprobar que has conseguido asimilar y dominar los contenidos del bloque. Si hay algunos que no te salen bien., sabrás qué aspectos debes repasar mejor.
Identifica lo que has de tratar de retener del bloque
Al terminar el tema encontrarás una sección que te ayudará a identificar las porciones más importantes e interesantes que has aprendido a fin de que queden bien señaladas en tus esquemas de Conocimiento. Valdrá la pena que procures memorizarlas bien para el futuro.

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